domingo, 29 de abril de 2012

Preguntas para el cambio en las Aulas


Hoy he entrado en el blog de Larry Cuban, y me ha llamado la atención su último artículo, fechado hoy mismo, y cuyo título es “Preguntas que deben hacerse para hacer los cambios en las Escuelas y Aulas: Manual”.
Nos recuerda que ninguna institución es estática, que cambios planeados y no planeados ocurren todo el tiempo en las aulas, escuelas, estados y por eso es práctico alterar las rutinas de trabajo para comprender el cambio propuesto y es imprescindible trabajar a diario para planificar e implementar los cambios para conseguir mejoras en la enseñanza y el aprendizaje, sin olvidar que cambio y estabilidad son inherentes a todas las instituciones  de la sociedad y es importante mantener un buen equilibrio.
Afirma que las personas comprometidas en la búsqueda de mejoras deben plantearse una serie de preguntas fundamentales, y diseñar respuestas acertadas a dichas preguntas: ¿cuáles son los problemas?, ¿qué conocimientos y habilidades son necesarios para desarrollar estrategias de cambio? ¿dónde se consiguen?...
Yo creo que tiene mucha razón, la apertura al cambio, por parte de quienes lo promueven y dirigen es un factor vital para que los procesos de transformación se desarrollen y consoliden adecuadamente. Pero, lo realmente importante, es saber qué queremos cambiar, por qué y sobre todo cómo hacerlo. Y además es necesaria una buena organización e institucionalizar el cambio, para que sea más efectivo.


Blog de Larry Cuban: 


Un aula del siglo XXI, necesita decidir, planificar y dirigir cambios que impliquen introducir nuevas tecnologías y probablemente nuevos procesos de trabajo que requieren de todos los implicados, sobre todo de los profesores, un alto grado de compromiso y una adaptación de sus competencias profesionales.
Al final del artículo Larry Cuban hace referencia a las comunidades de aprendizaje profesional.
Según Stoll, 2006, en su estudio “Prefessional  Learning Communites” una comunidad de aprendizaje profesional es un grupo personas, motivadas por una visión de aprendizaje compartido, que se apoyan y trabajan unidas, buscando maneras, dentro y fuera de su comunidad inmediata, de preguntarse por su práctica y juntos aprenden nuevas y mejores propuestas para mejorar el aprendizaje de todos los alumnos.
Probablemente en una nueva concepción de escuela, encuentran su lugar las comunidades de aprendizaje profesionales y una de sus labores podría ser la de facilitar un entorno favorable para el aprendizaje de los propios docentes que les permitiera desarrollar ambientes óptimos de aprendizaje para sus alumnos, tal como dicen Gabriela J. Krichesky y F. Javier Murillo Torrecilla, 2011.
“Con tanta gente comprometida en una misión compartida por tantos, en un espacio y un tiempo tan compactos, es tal vez una de las mayores ironías -y una de las grandes tragedias de la enseñanza- que tanto trabajo se desarrolle en un aislamiento profesionalmente consagrado” (Lieberman y Miller, 1984:11).


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